30 jul 2015

Ahora mismo estaba ojeando el libro: "La princesa que creía en los cuentos de hadas". Lo leí en el año 2004 ya han pasado once años, es increíble lo rápido que pasa el tiempo. Lo abro al azar y me encuentro lo siguiente:




   La gente se convierte en víctima de víctima cuando su necesidad de ser amada eclipsa su necesidad de ser respetada. En suma, todo lo que consigue una persona es lo que ha decidido, ni más ni menos. 

   Saber es una cosa y sentir es otra distinta. Es posible que los sentimientos tarden un tiempo en ponerse al mismo nivel que tu conocimiento pero, sé paciente, ya llegará su momento.

    La experiencia no es siempre la verdad, pues aparece coloreada por los ojos de quien la ve. Sólo en el silencio de nuestra mente podremos oír la verdad. La dulce voz que le habla a nuestro corazón igual que un susurro, es la voz del creador que despierta dentro de nosotros para que seamos conscientes de lo que somos en realidad, de lo que se espera que hagamos y de todo lo que ya sabemos.
Saber la verdad no basta, la debes sentir como una parte de ti para que haga efecto su magia.





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