Lo cierto es que el cielo se va llenando de nubes amenazadoras. Aún así, la estampa es preciosa. Gatos, elefantes, monstruos, sirenas, montañas de algodón teñido en blanco y negro que sin demasiada resistencia se dejan llevar por el viento.
Preparo una taza de café y vuelvo a observar el cielo.
Luz plateada de otoño, días cortos, tranquilidad y silencio.
Veremos mañana si aciertan el pronóstico del tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario